jueves, 29 de mayo de 2014

Presentación de libro




Al calor de las polémicas literarias que acaecieron a mediados del siglo pasado en Italia, Giorgio Manganelli escribió un brevísimo texto, cuyo título es Il romanzo. En dos páginas, el narrador realiza un provocativo diagnóstico del arte literario de aquella época y concluye con una frase lapidaria: la novela ha cedido a los imperativos de la utilidad mundana y se ha olvidado de que ésta es antes que nada artificio. No es accidental, señala, que la novela europea haya surgido cuando el gusto por la retórica clásica decae; el clímax de la narración ottocentesca coincide precisamente con la liquidación de aquélla.

En los años sesenta, Manganelli percibe con repugnancia la devaluación de la literatura delirante por obra de aquellos narradores que han sucumbido a las tareas ideológicas, renunciando así a la pulcra gloria de la mentira, de la irresponsabilidad, de la doble moral y de la jubilosa arrogancia, virtudes que, según él, son parte fundamental del perpetuo escándalo literario Han preferido asumir los balbuceos del discurso veritativo de la razón más que exaltar las mentiras del arte narrativo. En lugar de revelar que lo verdadero también es mentira, los escritores contemporáneos han pretendido convencer con profunda solemnidad al lector del heroísmo de su aventura: interpretar el mundo para comprenderlo cabalmente. 

Por consiguiente, concluye Manganelli, han querido postrarse ante la historia, arrodillarse frente a un devenir que, con creces, ha demostrado ser el más extraño e incómodo para la imaginación literaria. Los narradores comprometidos con la vida han cedido terreno al signo abstracto y la mirada geométrica; han perdido su talante rebelde y se han convertido en hombres de buenas costumbres.


Vienen a la memoria estas ideas del genial narrador milanés porque el libro polifónico que ofrecemos a nuestros lectores explora el territorio perturbador de artistas y obras que guardan distancia
respecto de la retórica realista, ella misma impostación que finge parecerse a lo real, acaso para evadir los posibles denuestos de los adictos a la utilidad mundana.


Habría que aclarar de inicio que Delirio y alucinación. Ensayos sobre literatura y arte descarta la pretensión de sacralizar un modelo soberano de quehacer estético para convertirlo en una verdad poética incontestable. Sería intolerable y zafio regatear valor y méritos a la estética realista y naturalista, pero identificar y esclarecer con atención las contradicciones generadas por estas formas de ver y narrar el mundo es un supuesto crítico al cual no debemos renunciar, si deseamos profundizar en la infinita capacidad transgresora de la poiesis artística.


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